La principal preocupación es la seguridad de la comida
¿Cómo ha cambiado el desastre nuclear de Fukushima la vida de los habitantes de Japón? Para averiguarlo, The Japan Times sondeó a un grupo de personas, tanto japonesas como extranjeras.
Mark McVicar, un canadiense de 37 años que tiene una escuela de idiomas, dijo que ahora usa menos electricidad y conduce menos. Además, compra comida orgánica y como tiene hijos pequeños no consume productos alimenticios de las zonas afectadas por el desastre.
Keiko Horiya, una ama de casa japonesa, contó que cuando ocurrió el desastre estaba embarazada y que se preocupaba por lo que comía todo el tiempo. Sin embargo, desde que su bebé nació los temores se han desvanecido.
Yuka Okubo, también ama de casa y madre de familia, dijo que le preocupan los vegetales de Tohoku y que evita consumirlos.
Hironobu Murayama, un fotógrafo japonés de 36 años, admitió estar preocupado por la seguridad de la comida y el agua debido a que tiene un hijo.
Una actitud más relajada mostró un norteamericano que trabaja en ventas y marketing e identificado como Russ, que reveló que su vida no ha cambiado en absoluto. Incluso se fue a vacacionar a Fukushima.
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