Ventas han caído fuertemente en el mercado local
El grupo japonés de electrónica Toshiba anunció que ha dejado de producir televisores en Japón como parte de su estrategia para reflotar este deficitario segmento.
El grupo ha abandonado la fabricación local de televisores con la parada de la última fábrica en Japón donde los producía, la de Fukaya, situada en la provincia de Saitama, al norte de Tokio, precisó una fuente de Toshiba a la agencia Kyodo.
El fabricante de la gama de televisores Regza tuvo que hacer frente el año pasado a un fuerte retroceso en las ventas de sus aparatos en Japón una vez se completo, en verano, el paso a la televisión digital terrestre.
Además, el grupo afronta la dura competencia de empresas como las surcoreanas LG y Samsung, esta última líder mundial en venta de televisores planos, a lo que se suma un yen fuerte que merma sus beneficios en el exterior.
Está previsto que la compañía continúe fabricando televisores en sus plantas de Indonesia, China, Polonia y Egipto.
La factoría de Fukaya, que comenzó sus operaciones en 1965, se mantendrá como base de desarrollo, planificación y servicio posventa, mientras que los trabajadores serán recolocados en otros centros de Toshiba.
El pasado año fiscal 2011 la empresa ganó 73.700 millones de yenes, un 46,5 % menos que en 2010, mientras que sus ventas retrocedieron un 4,6 % hasta los 6,1 billones de yenes.
Toshiba atribuyó este frenazo a la apreciación del yen, al impacto del terremoto de marzo del año pasado en Japón y a las inundaciones de otoño en Tailandia, así como al debilitamiento de los mercados europeo y estadounidense.
La caída de las ventas de televisores, la competencia y la apreciación del yen han afectado también a otros gigantes japoneses de la electrónica como Sony o Panasonic, que han reconocido la necesidad de reestructurar un sector que el pasado año fiscal les reportó importantes pérdidas.
También Hitachi tiene previsto abandonar a finales de septiembre su producción doméstica de televisores de pantalla plana para llevarla a otros lugares de Asia, como China o Taiwán, a fin de abaratar costes. (EFE)
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