La situación laboral de los llamados “solteros parásitos” es precaria
Unas 2,95 millones de personas no casadas que tienen entre 35 y 44 años en Japón viven con sus padres, según el Ministerio de Asuntos Internos y Comunicaciones, informó Mainichi Shimbun. De ellos, el 11,5 por ciento no tiene trabajo.
Esos casi 3 millones representan el 16,1 por ciento del total de las personas ubicadas en la misma franja etaria en Japón y son conocidos como “solteros parásitos”, pues al guarecerse bajo el techo de sus padres llevan una vida más cómoda.
Los resultados son fruto de un estudio hecho por el gobierno japonés en setiembre de 2010.
En 1990 había 1,12 millones de solteros parásitos de mediana edad (5,7 por ciento del total de la población en el mismo grupo etario) y en 2000 1,59 millones (10 por ciento). La tendencia es al alza.
La situación laboral de este sector de la población japonesa es inestable, con una tasa de desempleo de 11,5 por ciento, muy por encima del 4,8 por ciento correspondiente a personas de su misma franja etaria.
El ingreso anual promedio de los solteros de 35 años o más que viven con sus padres cayó de 2,04 millones de yenes en 1994 a 1,38 millones en 2004.
La imagen que se tenía del soltero parásito como un joven despreocupado ya no parece encajar en estos tiempos, resaltó Mainichi. La difícil situación económica los obliga a quedarse con sus padres porque no pueden darse el lujo de vivir solos.
Por otro lado, hay 10,64 millones de personas solteras de 20 a 34 años que viven con sus padres.
El profesor de la Universidad de Chuo, Masahiro Yamada, quien acuñó la expresión “solteros parásitos”, advirtió de que si se mantiene la actual tendencia la tasa de natalidad continuará declinando.
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