La fortaleza del yen y las inundaciones en Tailandia, entre las causas
El fabricante de electrónica japonés Sharp tuvo una pérdida récord de 376.076 millones de yenes durante el recién concluido año fiscal 2011.
El dato contrasta con los 19.401 millones de yenes de beneficio registrados un año antes, e incluso está por encima de las últimas previsiones de la compañía de Osaka, que preveía una pérdida neta en torno a los 299.000 millones de yenes.
La empresa atribuye estos datos a los costes para reestructurar su negocio de televisores LCD, al encarecimiento del yen y a la situación económica global y de Japón, donde cita factores como la deflación y los problemas relacionados con el suministro energético tras la crisis en la central nuclear de Fukushima.
Sus ventas durante el ejercicio le supusieron unos ingresos de 2,45 billones de yenes, lo que implica una caída de 18,7 por ciento con respecto a los del año anterior.
La caída de las ventas responde, según Sharp, a un fuerte descenso de la demanda de televisores con pantalla de cristal líquido (LCD) en el mercado japonés y a la importante caída de los precios de dispositivos tales como los paneles solares.
HONDA
El grupo nipón Honda anunció que su beneficio neto cayó un 60,4 por ciento en el ejercicio fiscal 2011, lastrado por el impacto del terremoto del año pasado en Japón y las inundaciones en Tailandia, que supusieron un duro revés para su producción.
En el pasado ejercicio, el fabricante automovilístico ganó 211.480 millones de yenes. Las ventas se contrajeron un 11,1 por ciento, hasta los 7,95 billones de yenes.
Pese a estos resultados, Honda se mostró optimista para el actual ejercicio fiscal 2012, en el que espera obtener un beneficio neto de 470.000 millones de yenes, un 122 por ciento más que en 2011, una vez recuperada la producción.
Además, estimó que este año fiscal aumentará sus ingresos por ventas un 29,6 por ciento, hasta los 10,3 billones de yenes.
MAZDA
El fabricante de vehículos nipón Mazda Motor registró una pérdida neta de 107.733 millones de yenes durante el ejercicio fiscal 2011.
La pérdida cosechada este año fiscal supone casi el doble que la registrada en el ejercicio 2010, cuando perdió 60.042 millones de yenes.
La empresa, que en febrero anunció una ampliación de capital para implementar un plan de reforma estructural que busca desarrollar nuevas tecnologías y fortalecer operaciones en el exterior, atribuye los malos resultados a la caída de las ventas en China y Europa, al impacto de las inundaciones de Tailandia y a la fortaleza del yen.
Sus ingresos por ventas fueron de 2,03 billones de yenes, lo que supone un 12,6 por ciento menos que lo ingresado en el ejercicio 2010.
Pese a que sus ventas se ampliaron en Estados Unidos un 8,5 por ciento con respecto al ejercicio fiscal 2010, y en Japón se mantuvieron prácticamente en el mismo nivel que en el año anterior, la comercialización de sus vehículos en Europa disminuyó un importante 13,6 por ciento interanual. (EFE)
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