Entablen un diálogo con su hija. Cuide de que no sea un sermón tratando de convencerla… hay el peligro de que se sienta acorralada, aconseja la psicóloga Tanaka.
Por Nélida Tanaka*
Consulta: “Le escribe un padre desesperado que tiene una hija adolescente de 16 años de edad. Ella está en el Perú con mis padres. Hace unos meses atrás cambió radicalmente desde que empezó a enamorarse de un joven del mismo colegio. Se le dio el permiso para que tenga su enamorado. Sin embargo, no respetaba las horas para regresar a la casa y respondía insolentemente . Mis padres me contaron el problema y hablé con mi hija. Pero ella nos quiso chantajear tomando pastillas; cuando mis padres la llevaron al hospital asustados el doctor dijo que había tomado tan solo unos pocos analgésicos. Ella me dijo que la disculpara y que terminaría con su enamorado porque es una mala influencia para ella. Nos reconciliamos, pero hoy me salió con la historia de que no terminaría con ese enamorado por más que nos opongamos! ¿Qué me puede aconsejar?”
Respuesta: Comprendo lo desesperados que deben estar tanto ustedes como sus padres. La niña que hasta ahora era tierna y les obedecía está cambiando y no está cediendo a pesar de todos los consejos y planes que le están proponiendo.
Aunque duro, son sus intentos de independencia, parte del desarrollo sano del ser humano. A nosotros los padres nos es más difícil adaptarnos al cambio y ceder ante la decisión de los hijos en cuanto a sus asuntos. Especialmente a la distancia, a uno todavía le queda la imagen de cuando los dejamos, pero ellos van creciendo, van desarrollando.
Preocupa mucho, en especial para el padre, es muy duro que la preciada hija tenga un enamorado, por más buen muchacho que sea. Sin embargo, también es la oportunidad para que los hijos maduren, que aprendan a observar y ver si la relación que tiene sí es válida para él o ella. Pero para esto, debemos permitir que ellos mismos sean los que decidan.
Entablen un diálogo con su hija. Cuide de que no sea un sermón tratando de convencerla. Si fuerzan esta posición, superficialmente tal vez les dé la razón, pero verán que si ella no está convencida, siempre encontrarán decepciones y también hay el peligro de que se sienta acorralada. Tanto los seres humanos como los seres irracionales tomamos una acción drástica cuando nos sentimos acorralados. Tratemos de evitar esto. Lo más importante es escucharle, vean sus puntos de vista; si encuentran algo en el que están de acuerdo, díganle explícitamente. Cuando ella se sienta comprendida, ella podrá ser sincera con ustedes y es más, al sentir que sus padres confían en ella, será ella misma la que razone y saque la mejor decisión. Recordemos nuestra adolescencia, cuanto más nos obligaban, más empeño poníamos en rebelamos, consciente o inconscientemente. Tanto los padres como los hijos debemos atravesar el proceso de delegar la responsabilidad a los hijos.
*Psicóloga clínica, contacte con ella llamando al 090-2245-4021 o por correo electrónico : consultas@hotmail.co.jp
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