Crece percepción entre los japoneses de que lo hecho en su país ya no es necesariamente mejor que lo extranjero
Los fabricantes japoneses están ampliando el uso de piezas hechas en otras regiones de Asia, informó el diario Nikkei, que hizo notar que las importaciones de Japón crecieron un 12 por ciento interanual el año pasado, motivando que por primera vez en más de treinta años el país tuviera un déficit comercial.
La creencia de que los productos japoneses son los mejores ya no es tan firme como antes. Entre las empresas y consumidores japoneses está creciendo la percepción de que los artículos fabricados en Japón no son necesariamente superiores a los extranjeros.
Varios ejemplos.
Tras varios años de pobre cosecha, Fujitsu General, una compañía que produce aparatos de aire acondicionado, prevé para este año fiscal un beneficio operativo récord. A diferencia de otros fabricantes japoneses, Fujitsu General está aprovechando la fortaleza del yen para incrementar sus ganancias. ¿Cómo lo hizo? Trasladando toda su producción a China y Tailandia.
Por su parte, Panasonic y Sharp han pasado de producir pantallas planas en Japón a comprárselas a fabricantes de Corea del Sur y Taiwán.
De acuerdo con Nikkei, crece el consenso entre los gigantes de la electrónica japonesa de que las piezas hechas en China y Corea del Sur a menudo tienen tanta calidad como las producidas en Japón.
En el campo automovilístico, Nissan emplea más de 200 componentes de Corea del Sur en su NV350 Caravan que prevé lanzar este verano, y que representan el 20 por ciento de sus costos de producción.
La tendencia a usar a piezas importadas está afectando a proveedores japoneses, como lo ilustra el caso de una empresa que abastecía de componentes a Nissan y que perdió un contrato porque sus productos eran 20 por ciento más caros que los de los mercados emergentes.
Sin embargo, si los fabricantes japoneses utilizan cada vez con mayor frecuencia piezas de países como Corea del Sur no se explica solo por motivos económicos, sino también por su calidad, pues es de sobra conocido el alto nivel de exigencia de las compañías japonesas.
El crecimiento de las importaciones el año pasado fue impulsado principalmente por la adquisición de combustible tras el terremoto de marzo, pero también aumentaron las compras de dispositivos electrónicos de comunicación (26 por ciento) y automóviles (23 por ciento).
El presidente de Hitachi, Hiroaki Nakanishi, cree que el término «poder tecnológico» debe ser redefinido. «El verdadero poder tecnológico significa tener la capacidad de hacer productos de alta calidad a bajo costo», enfatizó. Hitachi está ampliando sus compras de piezas de regiones como Corea del Sur, Taiwán y Vietnam.
Todo indica que el modelo de producción en Japón está en un proceso de transformación irreversible. Las empresas que no sepan adaptarse se quedarán en el camino.
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