La música alimenta el alma y en situaciones extremadamente críticas, como la que viven los damnificados por la catástrofe del 11 de marzo, puede ser vital para mantenerse en pie y no desfallecer.
Por eso, el Zenkoku Gakki Kyokai (una asociación de fabricantes de instrumentos musicales) se ha asociado con el famoso compositor Ryuichi Sakamoto para crear un fondo con el fin de que los estudiantes de las escuelas devastadas por el desastre que aman la música puedan volver a tocar.
“Como el agua y la comida, la música es definitivamente necesaria para los seres humanos”, asegura el ganador del Oscar
El fondo “School Music Revival” proporcionará en forma gratuita revisiones y reparaciones de instrumentos musicales en las escuelas dañadas por el terremoto y el tsunami. Su objetivo principal estará centrado en los 1.850 centros educativos de las prefecturas más afectadas: Miyagi, Iwate y Fukushima.
“Como el agua y la comida, la música es definitivamente necesaria para los seres humanos”, declaró el ganador del Oscar por la banda sonora de la película “El último emperador”, de Bernardo Bertolucci.
«Espero que podamos ayudar a las víctimas del desastre desde una perspectiva musical por un largo tiempo», agregó. «Yo hago música, así que espero hacer mi parte para ayudar componiendo nuevas piezas», añadió.
Sakamoto dará un concierto benéfico en diciembre para apoyar al fondo.
Los 300 millones de yenes que necesitará el fondo para operar serán cubiertos por actividades benéficas y donaciones. (International Press)
Solo habrá 300 unidades disponibles mediante sorteo en Japón. El modelo se presentará en el Fuji Speedway en el evento conmemorativo de Initial D. [Más]
Su interés en Japón, cuando era chica, comenzó con la popular serie “Oshin”, que se emitía en su país natal, Sri Lanka. Estudió japonés en la escuela y leía revistas [Más]
Cada vez disfrutan más de su soltería y de una vida sin complicaciones Descubre más desde International Press – Noticias de Japón en español Suscríbete y recibe las últimas entradas [Más]
En noviembre de 2020, una estudiante universitaria de cuarto año comenzó su formación docente en una escuela de secundaria gestionada por la prefectura de Chiba. Para su desgracia, le tocó [Más]
Be the first to comment