Luis Álvarez/International Press
El embajador del Perú en Japón, Juan Carlos Capuñay, ha hecho una evaluación de las acciones de su país ante el terremoto y tsunami en Tohoku en medio de severas críticas de la comunidad peruana contra su oficina y el Consulado General en Tokio que las acusa de haber actuado muy lento para asistir a sus nacionales en esa zona y para canalizar ayuda solidaria para los damnificados japoneses como ha hecho otros países.
Capuñay ha defendido al controvertido cónsul de Tokio, Edgar Gómez Sánchez, ha destacado el papel de su Cancillería y ha anunciado que esta semana llegará a Japón un contenedor con alimentos donados por Perú.
Al mismo tiempo, el embajador ha definido la línea comercial del Perú con Japón cuando varios países intentan imponer barreras a los productos de esta nación.
El embajador, dijo que «aparentemente hay desaparecidos» peruanos en la zona, aunque expresó su esperanza de que hayan salido hacia otra provincia sin hacer su cambio domiliciario.
El pasado 7 de abril, Capuñay visitó la provincia de Miyagi donde fue recibido por el alcalde de Ishinomaki, recorrió dos refugios, uno en esa ciudad y otro en Onagawa, un pueblo barrido por el tsunami. En ambas ciudades se encontró con dos mujeres peruanas que sorbrevivieron al desastre.
International Press: Señor Embajador, usted viajó a la zona del desastre el pasado 7 de abril. En concreto a Ishinomaki y Onagawa en Miyagi. Una cosa es por TV y otra es vivir la experiencia directamente …
Embajador Capuñay:
Efectivamente, el pasado 7 de abril, acompañado por usted y por personal de la Embajada del Perú en Japón, me desplacé hasta la prefectura de Miyagi, realizando visitas a las ciudades de Ishinomaki y de Onagawa.
Como usted bien señala, la experiencia es muy distinta en vivo y en directo que a través de los medios de comunicación. El “paisaje” destruido que dejaron el terremoto y posterior tsunami a su paso es largamente más duro, impactante y desolador cuando uno se encuentra en la zona misma.
A pesar del dolor, el pueblo japonés ha demostrado estoicismo y voluntad, tanto para hacer frente al dolor como para recuperarse. Lo vimos en Kobe hace varios años y lo estamos viendo nuevamente aquí, en Miyagi y en las zonas aledañas gravemente afectadas por el terremoto y posterior tsunami del pasado 11 de marzo.
IPC: El impacto de la destrucción que comprobó tan cerca ¿cambio su percepción del desastre?
Embajador: Mi percepción del desastre siempre ha sido la misma. Recuerde que nosotros tenemos la experiencia de haber sufrido terremotos con saldos igualmente muy dolorosos para nuestro país.
Sin embargo, éste en especial ha sido muy impactante. Japón y los japoneses son un país amigo y de amigos. Es doloroso ver lo que el pueblo japonés que vivía en la región de Tohoku ha tenido que enfrentar y la enorme cantidad de pérdida de vidas humanas que los desastres naturales del pasado 11 de marzo dejaron.
En medio de esta difícil situación, merece un especial reconocimiento la forma en que vienen colaborando con el Gobierno la sociedad civil, así como el sector público y privado, en las tareas que demanda la recuperación del país.
En una reciente entrevista en un diario local, manifesté que resultará también importante en las actuales circunstancias el apoyo que debe recibir el Japón de parte de la comunidad internacional. El Japón necesita reconstruir su economía y lo debe hacer por medio de un mayor comercio. No es posible que se quieran colocar barreras al comercio japonés más allá de las naturalmente se apliquen a los productos provenientes de las zonas afectadas o comprendiendo productos que definitivamente no tienen ningún rasgo de contaminación radioactiva.
El Perú, como sabe, en próximas semanas suscribirá su Acuerdo de Asociación Económica con Japón, incluido un TLC, que servirá en estos momentos de reconstrucción económica para que el Japón cuente con un nuevo mercado para sus exportaciones. En cierta forma, es una manera de colaborar con la recuperación del comercio japonés.
IPC: Pero usted fue a visitar a los peruanos que aún quedaban en la zona. ¿Cómo los encontró y qué ayuda les ha proporcionado?
Embajador:
Cuando visité la prefectura de Miyagi encontré a algunos peruanos. Gracias a Dios y a su propia tenacidad, se encontraban bien. Preocupados, tristes y afectados anímicamente después de lo que habían tenido que pasar. Nuestros compatriotas han sido bien acogidos por el pueblo japonés y sus autoridades, quienes también les han brindado refugio y apoyo. Es por ello, que durante la visita a la prefectura de Miyagi me reuní con el Alcalde de la ciudad de Ishinomaki, a quien además de agradecerle el apoyo brindado, le hice entrega de una donación de productos peruanos.
IPC: No obstante su buena intención, la pregunta que toda la comunidad se hace es ¿por qué se demoraron tanto en ir? Brasil ya había enviado sus funcionarios, Chile ya había pasado por allí a pesar de que tenía muy poca gente. ¿Qué pasó? ¿Hubo un mal cálculo de la situación en la zona?
Embajador: La tarea que desarrolló el Consulado General en un primer momento fue la de ubicación e identificación de los connacionales, que felizmente no sobrepasó el número de más de 150 personas en la zona. Esta tarea la desarrolló el Consulado por medio de sus canales de comunicación con las autoridades e instituciones de la zona. El Cónsul General me informó que la situación de nuestros connacionales venía recibiendo un seguimiento personal y al detalle, en coordinación con otras oficinas consulares. Mi visita a la prefectura de Miyagi fue para saludar personalmente a los connacionales, conocer sus necesidades y agradecer a las autoridades y al pueblo japonés por el apoyo ofrecido.
IPC: Aun así, a nosotros nos parece que tanto el Cónsul Gómez Sánchez como cualquier otro funcionario peruano pudo haber ido si la Cancillería Peruana así lo decidía con una orden desde Lima. ¿Cuál es la verdad, señor Embajador? ¿Gómez Sánchez no fue porque no le daba la gana o porque Cancillería no lo ordenó?
Embajador: La Cancillería ha estado al pendiente de sus nacionales y de su situación desde el mismo 11 de marzo, a partir de los informes que efectuaba el Consulado General del Perú en Tokio. El señor Canciller ha seguido personalmente la evolución de esta situación y ha dispuesto las instrucciones del caso. Gestionó el subsidio para beneficio de la comunidad nacional afectada, que deseaba retornar al país. El manejo de operativo de la crisis estuvo a cargo del propio Director General de Comunidades Peruanas y Asuntos Consulares.
Más aun, quisiera anunciarle que la Cancillería ha gestionado con el sector privado, sobre la base de una asociación público-privada, una donación que llega en forma de víveres durante esta semana y que será entregada a la comunidad peruana y a las poblaciones en las zonas devastadas. Tanto los productos como su transporte al Japón han sido gestionados de manera gratuita con el sector privado. En ese sentido, se viene coordinando con los gobiernos locales la mejor organización de la entrega.
IPC: ¿Es cierto lo que se dice por todos los lados entre la comunidad en Japón, de que el Cónsul Gómez Sánchez quiso salir de Japón asustado por la radiación y que una orden de la Cancillería lo impidió?
Embajador: Siendo un funcionario diplomático, el Ministro Consejero Gómez Sánchez, Cónsul General del Perú en Tokio, conoce perfectamente sus deberes de función. Él se ha encontrado al frente de su oficina al momento de los desastres del 11 de marzo y, actualmente, se mantiene al frente de su oficina en Tokio. No creo que haya expresado tal intención.
IPC: Sin embargo, nos consta que usted se movió. Apareció tanto en la prensa japonesa que la gente pensaba que usted era el Cónsul. ¿Qué nuevos pasos ha dado para ayudar a Japón?
Embajador: Mi participación en la prensa se debió al hecho mismo de que se identifica a la Embajada con el Consulado. La información que yo proporcionaba era la información que me facilitaba el Cónsul General.
Una vez superada la primera etapa de levantamiento de información sobre la situación de nuestros compatriotas, está en marcha una segunda etapa relacionada con el apoyo propiamente dicho, que va tanto desde proporcionar recursos materiales hasta el apoyo en la realización de los trámites que nuestros compatriotas requieren para la obtención de sus documentos. El Consulado General realizará visitas itinerantes y decidirá la forma de atender de manera expeditiva los requerimientos documentales bien sea in situ o a través del correo.
IPC: También está en Tokio el Primer Secretario Enrique Cárdenas, destacado a Japón para ayudar a sus connacionales. ¿No es esto un poco tarde Embajador?
Embajador: La presencia de un funcionario para apoyar y complementar las acciones ya desplegadas por el Consulado General del Perú en Tokio, son una muestra de la preocupación que la Cancillería sigue manteniendo por la situación de sus connacionales en Japón. El citado funcionario ya se deplazó a Miyagi, tiene preparada una visita a Saitama y se están terminando los preparativos para sus visitas a las prefecturas de Iwate, Fukushima, Tochigi, Gunma, Ibaraki, y eventualmente Aomori y Yamagata.
Hay que tener en cuenta, además, que los consulados en Japón se encuentran plenamente involucrados en la organización y manejo del proceso electoral, labor que los compromete hasta mediados del mes de junio. La función del señor Cárdenas será por ello muy importante en esta etapa.
IPC: Hay una lista de desaparecidos que ha publicado la Cruz Roja Internacional. ¿Qué credibilidad le dan y qué harán para comprobar si los nombres de los peruanos que allí aparecen son, de verdad, desaparecidos?
Embajador: El Comité Internacional de la Cruz Roja y las Sociedades Internacionales de la Cruz Roja son organizaciones que se caracterizan por su labor humanitaria y la excelente disposición y profesionalismo con los que desempeñan sus tareas. Las listas que dicha institución ha elaborado, son materiales de referencia para los trabajos de la Embajada del Perú en Japón, así como para las averiguaciones que el Consulado General del Perú en Tokio viene realizando sobre la situación de sus connacionales.
Si bien es cierto, son un excelente instrumento de consulta, también son cotejadas con las listas que vienen siendo proporcionadas por el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Relaciones Exteriores y los Gobiernos Prefecturales, así como con la información que nos proporciona la Organización Internacional para las Migraciones.
IPC: Hasta donde sabemos, del cruce de información de la lista del Consulado y la policía japonesa, habrían al menos tres peruanos desaparecidos en la zona de desastre, dos de ellos en Fukushima. ¿Qué sabe usted embajador?
Embajador: Aparentemente sí, hay desaparecidos en la zona afectada por el tsunami, pero estamos confirmando el número. Nosotros esperamos que no sea así porque también puede ser que se hayan movilizado a otra prefectura y que no hayan registrado el cambio de domicilio.
IPC: Finalmente, ¿volverá usted a Miyagi?
Embajador: Como le mencioné anteriormente, en esta semana está llegando la ayuda oficial enviada por el Gobierno Peruano con el concurso del sector público y privado. El compromiso que asumí personalmente durante mi primera visita a Miyagi, tanto con nuestros connacionales como con las autoridades de la zona, fue regresar para hacer entrega de una ayuda efectiva. En este próximo viaje, pienso cumplir con esta obligación moral que me he fijado. Estaré acompañado de voluntarios japoneses que mantienen un contacto estrecho con la Embajada y comprenderá también las zonas no visitadas en la primera ocasión.
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