“Se acabó” la exportación de materias primas, dijo el mandatario Evo Morales en una reunión con el viceministro japonés de Economía y empresarios nipones, en La Paz.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, condicionó ante el viceministro japonés de Economía, Kaname Tajima, y empresarios nipones la explotación de las grandes reservas bolivianas de litio a la fabricación en su país de vehículos eléctricos.
Morales dijo que para su país «se acabó» la exportación de materias primas, y que su deseo es «contar con un Toyota a litio, pero hecho en Bolivia».
El mandatario hizo esa propuesta el 23 ante una misión de 40 funcionarios y empresarios japoneses que está en La Paz para ofrecer una «decidida cooperación» al desarrollo económico de Bolivia, en el marco de una nueva asociación vinculada al litio, metal usado para baterías de coches eléctricos.
En la inauguración de un foro sobre «Desarrollo de sectores estratégicos en Bolivia», patrocinado por Japón, el gobernante explicó que no quiere «solo llegar hasta el carbonato de litio», sino producir «‘carros’ (coches) de litio desde Bolivia», para lo cual busca «socios».
Las reservas bolivianas de litio están en el Salar de Uyuni, una explanada de 10.000 kilómetros cuadrados situada a 3.700 metros sobre el nivel del mar, donde actualmente se construye una planta para producir pequeñas cantidades de carbonato de litio.
Según el Gobierno boliviano, en esa zona hay unos 100 millones de toneladas de litio, aunque el Servicio Geológico de Estados Unidos lo rebaja a 9 millones.
El objetivo de Morales es conseguir un socio que quiera instalar una fábrica de baterías de litio y automóviles eléctricos en Bolivia, posiblemente en el mismo Uyuni, pero hasta ahora ninguna de las empresas interesadas en el metal ha hecho esa oferta por el alto riesgo de invertir en Bolivia, según analistas.
«Las inversiones de cualquier empresario, país, empresas de Estado o privadas serán respetadas», prometió hoy Morales, en referencia a los temores de empresarios extranjeros tras varias nacionalizaciones y expropiaciones que decretó desde que llegó al poder en 2006.
El mandatario afirmó ante los empresarios japoneses que la nueva Constitución boliviana, promulgada por él en 2009, garantiza la seguridad jurídica.
Antes de hablar Morales en el foro, el viceministro de Economía, Comercio e Industria de Japón, Kaname Tajima, que encabeza la misión de empresarios y funcionarios, propuso una nueva etapa en la cooperación de ambos países.
Tajima puso como ejemplo el modelo de desarrollo japonés en los últimos 60 años, la reconstrucción de su país después de la Segunda Guerra Mundial y su crecimiento tecnológico, y mencionó las áreas de la economía boliviana en las que Japón puede ayudar.
Detalló que puede aportar, por ejemplo, a la formación de recursos humanos, a la reducción de la pobreza, al fomento de políticas industriales, dotación de infraestructuras y estímulos al desarrollo de las regiones.
Según Tajima, Bolivia tiene «ventajas comparativas excepcionales» como sus recursos mineros, aunque «también hay muchos problemas que deberán solucionarse», que se analizarán en el foro que comenzó hoy y terminará mañana, viernes.
El embajador de Japón en La Paz, Toshio Watanabe, dijo que la cooperación de su país en Bolivia desde la década de los sesenta ha totalizado 1.700 millones de dólares, de los que la mayor parte fueron donaciones y condonaciones de deuda. (EFE)
Be the first to comment