En una controvertida actuación el árbitro iraní pitó dos penales y expulsó al portero japonés en el partido que los samuráis azules se impusieron por 2-1
Japón sufrió el jueves 13 para superar a Siria (2-1) y mantener sus aspiraciones de pasar a la segunda ronda, en una jornada en la que Arabia Saudí, una de las potencias asiáticas, se convirtió en la primera selección eliminada tras perder 1-0 con Jordania, en el torneo Copa de Asia 2011 que se disputa en Catar.
Los samuráis azules superaron una difícil prueba, y con solo diez hombres batieron a un compacto combinado sirio en un partido tan bronco como polémico por la controvertida actuación del colegiado iraní, Toky Mohsen, que pitó dos penaltis y expulsó al portero nipón.
La victoria coloca a Japón al frente del grupo B, empatada con cuatro puntos con Jordania, país al que ahora le sirve puntuar contra Siria el próximo 17 de enero para pasar a la siguiente ronda.
Además, parece allanar el camino nipón hacia los cuartos de final ya que se enfrentará en el último partido del grupo con Arabia Saudí, un equipo en crisis de juego y resultados.
Sabedores de que se hallaban en una situación crítica tras su empate inaugural con Jordania, los japoneses salieron a por el triunfo desde el primer minuto.
Con un mejor despliegue en la línea de medios, una defensa más asentada pese a las bajas, y más soltura en el manejo de la pelota, los hombres del italiano Alberto Zaccheroni comenzaron muy pronto a poner cerco a la meta árabe.
Pese a que dominaba el esférico y encontraba espacios en la retaguardia siria, que mantenía las líneas muy juntas, Japón no hallaba el pase definitivo que le dejara con superioridad de cara al gol.
Éste se resistió hasta el minuto 35. Apenas sesenta segundos antes, Mosab Balhous había evitado con una gran parda el primer tanto a disparo de Yasuyuki Konno.
Sin embargo, no pudo detener el remate posterior de Makoto Hasebe, delantero del Wolfsburgo alemán, tras una buena combinación en el pico delantera entre Keisuke Honda -CSKA de Moscú- y su compañero en la liga rusa Daisuke Matsui, del Tom Tomks.
Arengados por su entrenador, el rumano Veleriu Tita, los sirios salieron con otro aire en la segunda parte, en la que comenzaron a crear peligro ante el área del hasta entonces casi inadvertido Eiji Kawashima, portero del Lierse belga.
Mohamad al Zino y Firas al-Khatib pudieron empatar antes de que en el minuto 76 se produjera la jugada polémica del partido.
El delantero sirio del Lokeren belga, Sanharib Malki, recibió un balón en aparente fuera de juego, que fue marcado con el banderín por el auxiliar.
Sin embargo, el árbitro ordenó que continuara la jugada, y ya en el área, Kawashima le derribó: penalti y expulsión en medio de las protestas niponas y la desesperación de Zaccheroni, ex entrenador del AC Milán.
Con parsimonia, Al-Katib batió a Shusaku Nishikawa, portero del Sanfrecce Hiroshima, que salió en sustitución de su compañero expulsado.
Pese al varapalo, Japón no bajó los brazos, tiró de casta y solo seis minutos después, Shinji Okazaki, que había entrado desde el banquillo, provocó una pena máxima que transformó Honda.
JORDANIA DERROTÓ A ARABIA SAUDI
Por su parte, Jordania confirmó que puede ser la sorpresa de esta Copa de Asia 2011 al derrotar a una triste Arabia Saudí, tricampeona de la competición.
Los saudíes salieron al terreno con mayor empaque que el primer partido, pero con los mismos viejos problemas pese a estrenar técnico, una vez destituido el portugués José Peseiro en la primera jornada.
Aunque dominaron la pelota, carecieron de profundidad y volvieron a conceder demasiado en defensa. Uno de esos fallos sirvió para que Baha Abdel Rahman adelantara a su equipo en el minuto 42 al sacar una falta desde el lateral que entró directa por la escuadra contraria después de que el guardameta saudí Walid Abdulah midiera mal su salida.
El panorama apenas cambió tras la reanudación, con una Arabia Saudí impotente y una Jordania bien plantada sobre el campo que resistió los inconstantes embates de su rival. (EFE)
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