Hirokazu Matsumoto y su esposa Makie, de 88 y 87 años, vivían en una casa en la ciudad de Fukuoka con su hijo. Hoy, los octogenarios están muertos y su vástago ha desaparecido.
Después de recibir la llamada de un pariente de los Matsumoto que no había logrado ponerse en contacto con ellos, la policía visitó su residencia.
En una nevera de grandes dimensiones halló los cadáveres de los ancianos. Las puertas de vidrio estaban selladas con cinta adhesiva, detalló Japan Today. Era lunes. Desde entonces, la policía está buscando al hijo.
La nevera estaba desenchufada.
Los cuerpos estaban comenzando a descomponerse y no tenían huellas de lesiones o heridas.
El hijo habría huido en una bicicleta, según Tokyo Reporter. De acuerdo con una persona vecina, era de pocas palabras, “como un hikikomori (aislado social)”.
Sus padres habrían fallecido alrededor del 21 de junio.
La vivienda de dos pisos fue alguna vez una licorería. (International Press)
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