En 2019, el Tribunal de Distrito de Tokio falló a favor de una funcionaria del Ministerio de Economía de Japón, quien demandó al gobierno por imponerle restricciones en el uso de los baños en su centro de trabajo.
La mujer nació varón y se le diagnosticó trastorno de identidad de género cuando ya trabajaba en el ministerio.
La funcionaria comenzó a ir al trabajo con ropa de mujer. Como tal, utilizaba los baños de mujeres, pero algunas colegas, incómodas, se mostraron renuentes a usarlos.
El ministerio decidió, entonces, prohibir a la funcionaria la utilización de los baños de mujeres de su piso. Si necesitaba los servicios higiénicos, tenía que ir a los de otros pisos, motivo por el cual presentó una demanda.
Si bien el Tribunal de Distrito de Tokio le dio la razón en 2019, esta semana el Tribunal Superior de Tokio rectificó el fallo anterior, revela Kyodo.
Para este tribunal, la restricción impuesta por el ministerio en el uso de los servicios higiénicos no estaba fuera de lugar, considerando que si bien la ley en Japón protege los derechos de las personas a vivir de acuerdo con su identidad de género, el ministerio también es responsable por crear un buen ambiente laboral para todos sus trabajadores.
La restricción en el uso del baño forma parte de esa responsabilidad, según el tribunal.
No todo fue adverso para la funcionaria, pues el tribunal ordenó al gobierno pagar una indemnización por daños y perjuicios de 110.000 yenes (alrededor de 1.000 dólares) a la demandante, por el comentario de un superior que le dijo que debería «volver a ser un hombre».
La funcionaria, una persona en la cincuentena, apelará ante el Tribunal Supremo de Japón.
Cabe señalar que el ministerio no impone restricciones en el uso del baño a aquellas personas que han modificado su género siempre y cuando se hayan sometido a una operación de cambio de sexo. La funcionaria no ha pasado por dicha cirugía por motivos de salud. (International Press)
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