“¿Quién tiene el dinero para esto después del impacto económico del coronavirus?”, escribió un indignado padre en un diario de la prefectura de Kioto.
La persona se refería al monto, entre 60 mil y 70 mil yenes (549 y 640 dólares aproximadamente), que tendrá que gastar para comprar una tableta para su hijo, estudiante de koko (preparatoria).
¿Por qué? Porque la junta educativa de la prefectura de Kioto ha establecido que desde el año académico 2022, todos los estudiantes de koko públicos deberán comprar tabletas cuyo costo (en el rango señalado) correrá por cuenta de los padres, revela el portal SoraNews24.
Una mujer exponía su caso: su esposo gana alrededor de 300.000 yenes (2.740 dólares) al mes; ella, haciendo arubaito (trabajo a tiempo parcial), 50.000 yenes (457 dólares). Tienen dos hijos. Solo ingresar al koko, dice, cuesta entre 200.000 y 300.000 yenes (1.830 y 2.740 dólares) en uniformes, libros de texto, mochilas y pases de viaje.
“¿Por qué los estudiantes no pueden usar tabletas que ya tienen o elegir las que no cuestan más de 20.000 yenes (183 dólares)?», se pregunta.
La junta educativa de Kioto replica que para los hogares de bajos ingresos se contempla el alquiler de tabletas o su pago a través de préstamos sin intereses.
Además, sostiene que actualmente hay más oportunidades que antes para que los estudiantes de secundaria estudien en casa usando tabletas, que pueden acumular todos sus apuntes de estudio en un solo dispositivo durante tres años y continuar accediendo a ellos después de egresar.
La preparatoria no forma parte de la educación obligatoria en Japón. A diferencia de primaria y secundaria, para los cuales existe una partida del presupuesto nacional para la adquisición de tabletas, no la hay para los koko. Así las cosas, queda en cada gobierno local decidir si usa fondos públicos para comprarlas o si obliga a las familias a cubrir su costo. (International Press)
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