El 11 de febrero pasado, en la ciudad de Naha, prefectura de Okinawa, el soldado estadounidense Marvin Earl James Jr., de 24 años, se acercó a una mujer que se dirigía a pie a su casa.
El hombre llevó a la mujer a un estacionamiento, donde la besó a la fuerza y le quitó la ropa interior. El militar estaba ebrio.
El gobernador de Okinawa, Denny Tamaki, entregó al Cuerpo de Marines de Estados Unidos una carta de protesta por el incidente, según Mainichi Shimbun.
Tamaki señaló que además de indignar a los residentes okinawenses, la agresión cometida por James fue una violación de los derechos humanos de la mujer.
El gobernador criticó al Cuerpo de Marines por no actuar de manera eficiente para impedir estos incidentes.
El director de los marines ofreció disculpas y se comprometió a imponer una rigurosa disciplina para que los soldados se comporten de manera correcta fuera de las bases militares.
Las directrices que rigen la conducta de los marines prohíben el consumo de alcohol fuera de las bases entre 12 a. m. y 5 a. m. Además, tienen prohibido beber y comer en establecimientos fuera de las bases como parte de las medidas de prevención contra el coronavirus. (International Press)
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