El expresidente de Nissan Motor, Carlos Ghosn, fue arrestado nuevamente el jueves, menos de un mes después de que fue puesto en libertad bajo fianza, informó Kyodo.
Para la fiscalía, Ghosn es sospechoso del uso indebido de fondos de Nissan para pagar a un concesionario en Omán.
El ejecutivo francobrasileño causó una pérdida de alrededor de 563 millones de yenes (5 millones de dólares) a la compañía japonesa, según la parte acusadora.
La de hoy es la cuarta orden de arresto de Ghosn.
La nueva acusación está relacionada con el uso indebido de parte de los 3.500 millones de yenes que Nissan pagó al concesionario omaní a partir de 2012 como incentivo a las ventas. Ese dinero provenía de una reserva del fabricante nipón que Ghosn podía usar a discreción.
Al parecer, parte de ese dinero fue transferido a través de la firma de inversiones Good Faith Investments, dirigida por un directivo de alto rango del concesionario, a una compañía representada por la esposa de Ghosn.
El dinero habría sido empleado para comprar un yate de lujo para la familia de Ghosn y otros bienes.
Asimismo, se sospecha que una compañía de inversiones con sede en Estados Unidos donde el hijo de Ghosn se desempeña como CEO también recibe dinero de Good Faith Investments.
La defensa del francobrasileño. según la NHK, sostiene que el dinero al concesionario de Omán se pagó a petición de sus subordinados en Nissan como una remuneración legítima por sus muchos años de negocios.
Con respecto al yate, dice que no tiene nada que ver con Nissan. (International Press)
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