Por segundo año consecutivo, un equipo de Japón se coronó campeón de la Liga de Campeones de Asia.
Con un empate sin goles en el partido de vuelta en Irán contra el conjunto Persépolis, el Kashima Antlers se alzó con su primer título continental gracias a su triunfo de 2-0 en el enfrentamiento de ida.
Kyodo destacó la tarea defensiva de la escuadra japonesa para asegurar el cero en su arco. Sobresalieron el portero surcoreano Kwoun Sun Tae y el defensa y capitán Gen Shoji (mundialista en Rusia con la camiseta de Japón).
El equipo nipón se vio obligado a defenderse la mayor parte del partido. La oleada de ataques iraníes arreció en los minutos finales del encuentro, cuando Persépolis se lanzó desesperadamente a la ofensiva.
El capitán Shoji agradeció a los hinchas del equipo que viajaron hasta Irán y declaró que la victoria contribuye en cierta medida a borrar el doloroso recuerdo del título de la J-League de la temporada pasada, que Kashima perdió ante Kawasaki Frontale por diferencia de goles.
«El año pasado fue muy duro, por eso ganar esta competencia era algo que quería mucho. Muchos fans vinieron a apoyarnos. Estamos realmente en deuda con ellos. No puedo esperar a volver y compartir esto con nuestros fans en casa», dijo.
Si Kashima mantiene al menos el tercer lugar que ocupa en la J-League, tendrá asegurado un cupo en la Liga de Campeones del próximo año.
Kashima es el tercer equipo japonés en ganar el título después de Urawa en 2007 y 2017, y Gamba Osaka en 2008.
El año pasado, Urawa Reds conquistó el título tras imponerse al equipo saudí Al Hilial con un marcador global de 2-1. (International Press)
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