En abril de este año, había 1.142 extranjeros en Japón que estudiaban para ser cuidadores en universidades y escuelas, entre otras instituciones educativas.
La cifra casi duplica la del año pasado (591), destacó la agencia Kyodo. Esto significa, además, que una de cada cinco personas que estudian para ser cuidadores en Japón es extranjera. El número de estudiantes japoneses se ha reducido a la mitad en los últimos cinco años (5.714 en abril).
De los extranjeros, 542 procedían de Vietnam; 167, de China; 95, de Nepal; 70, de Indonesia; y 68, de Filipinas.
La cantidad de estudiantes extranjeros comenzó a aumentar en 2015 y repuntó después de una modificación legal en septiembre pasado, que facilita la obtención del estatus de residente por parte de los cuidadores certificados.
Los japoneses parecen rehuir un trabajo que se considera no bien pagado. El salario mensual promedio en el sector del cuidado de personas es aproximadamente 100.000 yenes (895 dólares) menos que en otras industrias.
Japón sufre una escasez de cuidadores. Se estima que el déficit ascenderá a 340.000 en el año 2025. Por ello, el gobierno japonés está tomando medidas para ampliar el número de cuidadores extranjeros.
Sin embargo, otros países como Alemania, Reino Unido, Estados Unidos y Singapur también están tras los pasos de extranjeros para cuidar a sus ancianos.
Con el fin de convertirse en una plaza más atractiva, Japón debe aumentar los salarios, declaró Miku Ishibashi, del Instituto de Investigación Daiwa, a Kyodo. La experta considera como un hecho positivo el crecimiento del número de estudiantes extranjeros. Sin embargo, alberga la esperanza de que también aumente el de los estudiantes japoneses. (International Press)
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