Estaba cantado. Después de que se publicaron videos en los que aparecían varios congresistas, entre ellos Kenji Fujimori, intentando persuadir a un colega para que votara contra la vacancia del presidente del Perú, Pedro Pablo Kuczynski, a cambio de obras y favores políticos, la pregunta no era si PPK caería, sino cuándo caería. ¿Sería destituido el jueves por el Congreso de la República o renunciaría antes para evitar una agonía innecesaria?
En mensaje dirigido a todo el país, PPK anunció su renuncia a la presidencia del Perú.
“Lo mejor para el país es que yo renuncie a la presidencia de la República, no quiero ser un escollo para que la nación encuentre la senda de la unidad y la armonía”, dijo.
“No quiero que ni la patria ni mi familia sigan sufriendo”, añadió.
Kuczynski no hizo mea culpa. Por el contrario, se victimizó. Acusó a la oposición de crear un clima de ingobernabilidad y de hacerlo “injustamente aparecer como culpable de actos en los que no he participado”. Con respecto a los videos, dijo que se trataban de “grabaciones editadas y selectivamente tendenciosas”.
El vicepresidente Martín Vizcarra asumirá la presidencia del Perú. (International Press)
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