Ramun Suzuki, una mujer tailandesa de 38 años, reclutaba mujeres en su país para llevarlas a Japón diciéndoles que ganarían dinero como masajistas.
Sin embargo, al llegar a Japón, a las mujeres se les endosaba una deuda de dos millones de yenes (casi 18.000 dólares) por supuestos gastos de transporte. Les quitaban el pasaporte y las obligaban a trabajar como prostitutas.
La mujer fue arrestada por la policía de Tokio junto a otras 24 personas como parte de un operativo contra la red que engañaba a mujeres extranjeras para prostituirlas, informó Tokyo Reporter.
Uno de los detenidos es un hombre de 71 años, mánager de un local en la ciudad de Hachioji donde trabajaban las mujeres.
El caso no ha concluido, pues la policía continúa investigando. (International Press)
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