Algunos empleados de bases de EEUU en Japón no tendrán protección legal

Acuerdo entre Washington y Tokio tras incidentes

Base militar de Kadena (foto sitio web oficial)

Washington y Tokio firmaron un acuerdo que eliminará la protección legal de algunos trabajadores civiles de las bases militares estadounidenses en Japón, tras algunos incidentes que provocaron un fuerte rechazo de la población local.

La firma del acuerdo complementará al Acuerdo sobre el Estatus de las Tropas de Estados Unidos en Japón (SOFA, por sus siglas en inglés), que dejaba en manos de Estados Unidos la jurisdicción sobre militares y personal civil de sus bases acusados de cometer un crimen mientras prestan servicio.


Con este pacto, Washington y Tokio clarificaron el ámbito del denominado «componente civil»: pactaron establecer ocho categorías de personal civil en las bases y excluir de la protección del SOFA a todo aquel que no pertenezca a ninguna de ellas.

El acuerdo fue firmado por el ministro japonés de Asuntos Exteriores, Fumio Kishida, y por la embajadora estadounidense en Japón, Caroline Kennedy.

«Implementando progresivamente este pacto complementario, esperamos que la supervisión y gestión (…) contribuya a prevenir incidentes y accidentes», afirmó Kishida, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.


Asimismo, afirmó que aún no se sabe cuántos de los 7.300 trabajadores civiles de las bases estadounidenses en Japón serán excluidos de la protección del SOFA.

El pasado 20 de mayo, un exmilitar estadounidense y en ese momento trabajador de la base de Kadena en Okinawa (sur de Japón) fue detenido por la violación y asesinato de una joven lugareña de 20 años.

Además de este suceso, que conmocionó a la sociedad nipona, un marine fue detenido en marzo por la violación de una turista nipona en Naha (Okinawa) y una militar estadounidense fue arrestada en junio en la misma localidad por conducir ebria y causar un accidente.


Tras estos sucesos, EEUU impuso el toque de queda a su personal destinado en Okinawa a partir de las 10 de la noche y le prohibió beber alcohol fuera de las bases.

Los crímenes cometidos por el personal de las bases militares estadounidenses han sido un constante motivo de protestas de la población local, que ha demandado una revisión fundamental del SOFA.


Sin embargo, los gobiernos de Estados Unidos y Japón han respondido a estos problemas a través de modificaciones complementarias, ya que el SOFA, acordado en 1960, nunca ha sido revisado.

Kishida destacó que este pacto complementario supone una gran mejora con respecto a las modificaciones anteriores.

Kennedy, por su parte, afirmó que el acuerdo supone una «gran evidencia» de que la alianza entre ambos países nunca ha sido más fuerte. (EFE)

 

 

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