Pasó 20 años en prisión por un delito que probablemente no existió
Fue condenada a cadena perpetua por la muerte de su hija de 11 años en 1995. 20 años después, un tribunal aceptó su petición para ser sometida a un nuevo juicio y suspendió su sentencia.
En 1995, una niña de 11 años murió mientras se estaba bañando cuando su casa en Osaka fue destruida por un incendio.
La madre de la chica, Keiko Aoki (51), y su conviviente, Tatsuhiro Boku (49), fueron declarados culpables de incendio premeditado y asesinato para recibir el dinero del seguro, reveló la NHK.
Ambos confesaron ser culpables, pero después se retractaron y solicitaron un nuevo juicio, arguyendo que habían sido forzados a declarar contra sí mismos.
De acuerdo con la acusación, Boku habría iniciado el incendio en el garaje. Sin embargo, si él hubiera vertido gasolina en el pequeño espacio que había dentro del garaje al lado del baño, se habría originado fuego a partir del calentador de agua de la bañera y, en ese caso, el hombre habría sufrido quemaduras, según la defensa.
Hace tres años, el Tribunal de Distrito de Osaka ordenó un nuevo juicio para la pareja. La Fiscalía apeló ante el Tribunal Superior de Osaka, que el viernes ratificó la decisión.
El presidente del tribunal, Masaaki Yoneyama, consideró que la confesión de Boku no era lo suficientemente creíble para establecer su culpabilidad.
Existe la posibilidad de que el incendio haya sido espontáneo, provocado por la filtración de gasolina de un auto en contacto con el calentador de agua, dijo el juez.
La pareja saldrá en libertad el lunes.
En agosto pasado, Boku concedió una entrevista a Mainichi Shimbun. «Yo soy inocente. Estoy seguro de nuestra victoria», declaró. Con respecto a los 20 años sufridos en prisión, manifestó: «Tengo un gran agujero en mi corazón por estos 20 años».
Por su parte, Aoki dijo estar ansiosa por reencontrarse con sus padres y su hijo que cumplirá 24 años. Sin embargo, también declaró sentirse preocupada por si podrá reinsertarse en la sociedad. (International Press)
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