Alarmas antiaéreas conmemoran aniversario del inicio de la guerra entre China y Japón

Soldados japoneses en Mukden

El Incidente de Mukden fue utilizado por Japón para invadir Manchuria


Soldados japoneses en Mukden
Soldados japoneses en Mukden

La ciudad nororiental china de Shenyang conmemoró el viernes con concentraciones silenciosas y haciendo sonar sus alarmas antiaéreas el llamado «Incidente de Mukden», que en 1931 fue utilizado por Japón para invadir Manchuria y para Pekín marcó el inicio de 14 años de guerra contra Japón.

El acto conmemorativo, que se celebra cada año junto al monumento y el museo que recuerdan aquellos hechos, cobra especial importancia este año, debido a las celebraciones por el 70 aniversario del fin de la II Guerra Mundial, entre las que destacó el desfile militar en Tiananmen (Pekín) el pasado día 3.

Centenares de soldados y escolares formaron solemnemente frente al monumento, con forma de hoja de calendario en la que se destaca la fecha del 18 de septiembre de 1931, mientras altos cargos locales golpearon varias veces una campana budista, en señal de condolencia por las víctimas de la guerra.


Este año en el que el régimen comunista intenta defender su contribución en el bando aliado de la Segunda Guerra Mundial, los historiadores oficiales han comenzado a comparar el Incidente de Mukden (antiguo nombre de Shenyang) con el ataque japonés a Pearl Harbour o la invasión alemana de Polonia.

«El viernes marca el 84 aniversario de un incidente ampliamente minusvalorado por el mundo, la invasión del noreste chino por las tropas japoneses», destacó un editorial de la agencia oficial Xinhua.

«Ocurrida ocho años antes de la invasión de Polonia, y mucho menos conocida, debería ser vista como el verdadero comienzo de la guerra», subraya el texto, aludiendo a la II Guerra Mundial que Occidente sitúa entre 1939 y 1945 pero para China comenzó antes.


El 18 de septiembre de 1931 Japón utilizó un atentado contra un ferrocarril gestionado por ese país en el noreste de China (Manchuria) como pretexto para ocupar esa región.

Tras ello, Tokio creó allí un falso reino llamado Manchukuo, controlado de facto por el Ejército japonés aunque nominalmente tenía como soberano al destronado Último Emperador chino Pu Yi, de sangre manchú.


La ocupación japonesa de Manchuria fue condenada por la Sociedad de Naciones, el antecesor de la ONU, y aunque algunos de sus miembros, entre ellos España, pidieron sanciones y medidas de fuerza contra Japón, que se retiró de la organización, las grandes potencias occidentales reaccionaron con total pasividad.

Con el tiempo se comprobó, además, que los explosivos en el atentado ferroviario, que no causó víctimas ni apenas daños materiales, habían sido detonados por oficiales del Ejército japonés, que culparon a disidentes chinos de la operación.

El suceso fue adaptado al cómic por Hergé en el álbum «El Loto Azul», ambientado precisamente en la época de la invasión japonesa de China.

«Mantener en el recuerdo el incidente del 18 de septiembre y darle la importancia que se merece es importante para salvaguardar la paz», señaló el artículo de opinión de la agencia Xinhua. (EFE)

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