Una francesa, dos chinas y una singapurense invertirán 43 mil millones de yenes y generarían unos 530 empleos
Varias empresas extranjeras están instalándose en Japón, atraídos por la demanda generada por la reconstrucción tras el terremoto de marzo pasado, así como por incentivos por el uso de plantas y tierras abandonadas por firmas japonesas, informó el diario Nikkei.
En los dos años anteriores, solo un fabricante extranjero estableció una planta en Japón, según Japan External Trade Organization (JETRO). Sin embargo, este año fiscal ya existen cuatro empresas interesadas, tres de ellas en negociación. El monto de las inversiones asciende a 43 mil millones de yenes y se crearían 530 empleos.
Mag-Isover, la división de aislantes del fabricante de vidrio francés Saint-Gobain, se ha instalado en la ciudad de Tsu (prefectura de Mie), donde invertirá 15 mil millones de yenes en la construcción de una planta que comenzará a operar el próximo año y empleará a unos 100 trabajadores.
El fabricante de componentes electrónicos de Singapur, Dou Yee, construirá una planta en Shobara (Hiroshima), mientras que dos compañías chinas, una de equipos de construcción y otra de envases de plástico, se instalarán en Kami (Kochi) y Daisen (Tottori).
Las empresas extranjeras esperan beneficiarse de la demanda de materiales y productos relacionados con la construcción de viviendas. Además, los gobiernos, tanto nacional como locales, ofrecen incentivos para que arraiguen en el país.
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