Estás caminando y, de pronto, te topas con una bicicleta abandonada. Tomarla puede ser una mala idea.
Ha habido casos de extranjeros que lo hicieron y se metieron en problemas con la policía, revela el sitio SoraNews24.
En primer lugar, que la bici parezca abandonada no significa que lo esté. ¿Que no tiene cadena? Si en Japón, un país muy seguro, es posible encontrar coches con la llave en el arranque mientras su dueño se ha metido en una tienda a comprar, también se pueden encontrar bicis sin cadena.
¿Que la bicicleta está estacionada en un sitio apartado? Quizá su dueño no encontró otro lugar donde dejarlo o no lo tenía permitido. En todo caso, tampoco implica necesariamente que esté abandonada.
Ahora bien, aunque la bicicleta esté abandonada, para la policía sigue perteneciendo a su dueño original, así que si alguien la toma técnicamente es un ladrón.
Debido a que Japón es un país con poca delincuencia, sus policías disponen de mucho tiempo para temas menores que, por ejemplo, en países latinoamericanos no ocuparían su atención. Si un policía en Japón sospecha que una persona anda en una bici que no parece la suya es posible que la pare para interrogarla. Y si resulta que la bicicleta no es suya, entonces empiezan los problemas. Aunque la haya encontrado abandonada, será considerado un ladrón.
SoraNews24 detalla qué puede ocurrir a continuación. La policía logra contactarse con el dueño original y este dice que sí, que abandonó la bici. Así las cosas, no habrá cargos. Eso, en el mejor de los casos (en el peor, resulta que no había sido abandonada y su propietario puede presentar cargos por robo).
Incluso en ese escenario “optimista”, no es que el policía te diga: chau, puedes irte. Hay papeleo que hacer. Y si no dominas el japonés lo suficiente… Según el portal, podrían permitir que te contactes con tu embajada o consulado para que te ayuden, todo lo cual podría tomar varias horas. Y todo por una bicicleta abandonada. (International Press)
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