Los viticultores en Chile celebran la expansión de la fuerza laboral femenina en Japón, pues las mujeres están contribuyendo al incremento del consumo de vino chileno.
Las mujeres, al trabajar y tener más dinero para gastar, beben más, explica la analista de estilos de vida, Naoko Kuga.
Las mujeres cuarentonas y cincuentonas muestran predilección por el vino chileno, de precio asequible y afrutado. Desde 2012, su consumo bate cada año récords en el país asiático, según Bloomberg.
Ojo que en 2015 Chile superó a Francia como el mayor proveedor de vino a Japón. El vino chileno abunda en los supermercados y tiendas de conveniencia.
En los primeros once meses del año pasado, Japón importó 74,6 millones de litros de vino chileno y 57,7 millones de litros de vino francés.
La experta en vinos Yumi Kunimi, contratada por Aeon, la mayor cadena de supermercados del país, para promover las ventas a través de degustaciones en Osaka, explica que algunos clientes que nunca habían probado el vino antes se volvieron grandes aficionados gracias a las degustaciones. La botella de vino cuesta por lo general menos de 2.000 yenes (18 dólares).
Lo bueno para la gente metida en la industria es que Japón aún tiene mucho potencial de crecimiento, pues en el país solo se consumen cuatro botellas al año por persona.
La cifra subiría mucho si los japoneses consumieran tanto como Midori Saito, una profesora de música de 32 años en Tokio que bebe vino casi todos los días después del trabajo.
Midori cuenta que se reunió con tres amigas en un bar de estilo español en Tokio en el que vaciaron cuatro botellas en cinco horas. «A todas nos gusta conversar con buena comida y buen vino», dice.
El bar al que asiste Midori es frecuentado por mujeres que trabajan en oficinas de la zona y que acuden a beber después del trabajo. (International Press)
Be the first to comment