La Bolsa de Tokio cerró el miércoles plana debido a la fortaleza de la divisa nipona, una tendencia que perjudica a los exportadores nipones y que contrarrestó el efecto positivo de las ganancias en la víspera de Wall Street.
El índice referencial Nikkei cerró con un retroceso de 1,57 puntos, un 0,01 por ciento, y quedó en 19.379,87 enteros, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, ganó 1,49 puntos, un 0,10 por ciento, hasta las 1.557,09 unidades.
El parqué tokiota osciló ligeramente entre el terreno positivo y el negativo desde la apertura, en una jornada sin grandes alicientes en la que los inversores no terminaron de decantarse por una tendencia clara.
Por un lado, la Bolsa de Nueva York, que suele marcar la dirección para los inversores de Tokio, registró fuertes ganancias en la víspera gracias a los buenos resultados corporativas y a las expectativas sobre las medidas de estímulo de la Administración que lidera Donald Trump.
Por otra parte, la divisa nipona se revalorizó frente al dólar, que se cotizaba en la zona baja de los 113 yenes, lo que perjudica a las compañías exportadoras al mermar su competitividad en el exterior y recortar sus ganancias al repatriarlas.
«La Bolsa de Tokio no puede subir sin un yen débil», destacó en este sentido el analista Yutaka Miura, de Mizuho Securities, en declaraciones a la agencia nipona Kyodo.
Los fabricantes de maquinaria industrial Mitsubishi Heavy y Fuji Heavy descendieron respectivamente un 0,8 por ciento y 0,7 por ciento, mientras que los fabricantes automovilísticos registraron caídas más débiles.
El gigante tecnológico nipón Toshiba se disparó un 22,31 por ciento tras la publicación del precio por el que la compañía pretende vender su negocio de microchips, una de sus ramas más rentables, que duplica al inicialmente esperado.
Los títulos de la compañía nipona habían perdido más de la mitad de su valor desde que anunció a finales del pasado diciembre un deterioro multimillonario de activos de su rama nuclear que derivará en cuantiosas pérdidas para la entidad, según sus previsiones.
Un total de 920 valores retrocedieron en Bolsa, frente a los 906 que avanzaron, mientras que 176 terminaron el día sin cambios.
El volumen de negocio ascendió a 2,106 billones de yenes (17.675 millones de euros), frente a los 1,654 billones de yenes (13.784 millones de euros) de la víspera. (EFE)
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