El 6 de julio de 2014, una llamada alertó a personal de emergencia en la ciudad de Hamura, Tokio, que encontró en un apato a una mujer de 64 años desplomada y al borde de la muerte. El hospital al que fue trasladada certificó su fallecimiento.
La anciana, que sufría de osteoporosis, murió de hambre, reveló Tokyo Reporter.
La policía de Tokio anunció el arresto de sus hijas, Yoko y Tomoko Sakurai (35 y 32 años respectivamente), con quienes vivía, por permitir que muriera de inanición.
Mientras la mayor, Yoko, ha admitido su negligencia, se desconoce si también lo ha hecho la otra.
La policía aún investiga las circunstancias y detalles del caso. (International Press)
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