Un niño de un año desapareció porque no había personal suficiente para cuidarlo
Si bien ha habido un gran aumento en el número de guarderías en Japón, hay una escasez de maestros para trabajar en ellas. Las guarderías están limitando el número de niños que aceptan, motivo el cual las listas de espera son cada vez más grandes, advierte Yomiuri Shimbun.
La falta de personal suficiente puede tener consecuencias nocivas.
En abril, un niño de un año matriculado en una guardería desapareció mientras jugaba en un parque. El pequeño estaba bajo el cuidado del personal de una cercana tienda de conveniencia.
El hoikuen tenía a su cargo a 160 niños, pero solo contaba con 20 profesores, cuando debería haber tenido 30. Reclutó personal bajo instrucciones del gobierno local, pero algunos de ellos eran ciudadanos mayores que no estaban calificados.
Además, hay casos en que las guarderías sí tienen el personal suficiente, pero carece de experiencia, lo que también origina problemas. Por ejemplo, que niños que no son adecuadamente cuidados sufran lesiones por caídas o peleas.
El gobierno de Japón ha establecido como objetivo reducir a cero el número de niños en listas de espera para el año fiscal 2017, y tiene previsto expandir las guarderías para albergar a 200.000 niños más.
Esto ha originado –según Yomiuri– una feroz competencia por los profesores de hoikuen en los municipios con largas listas de espera.
«El problema es que hay muy pocos profesores de guardería debidamente capacitados», asegura una persona que trabaja en el sector educativo.
En mayo, el diario japonés realizó un estudio que abarcó a 101 municipios con las listas de espera más grandes.
De acuerdo con la investigación, había 15.283 niños esperando ser admitidos, 11 % menos que el año pasado. Una buena noticia, sin duda.
Sin embargo, cuando Yomiuri preguntó cuál era la principal razón para reducir las listas de espera, 64 municipios respondieron que no podían encontrar suficiente personal capacitado.
Otro problema es la remuneración. El salario mensual es inferior al promedio general en Japón. Se estima que unos 70.000 profesores no siempre ejercen.
Para revertir esta situación, el gobierno ha subido el salario promedio en 5 % este año para profesores de guarderías que reciben asistencia estatal y establecido centros de apoyo para docentes certificados que deseen reingresar a la fuerza laboral.
Actualmente, hay 380 mil profesores de guardería trabajando en el país. El gobierno quiere aumentar la cifra en 70.000 para el año fiscal 2017.
En un país en el que los papás siguen trabajando largas horas y cada vez más mamás trabajan, se necesitan más guarderías para cuidar a los niños, afirma la profesora universitaria Masako Maeda.
La experta opina, no obstante, que en vez de limitarse simplemente a buscar más personal calificado para las guarderías, Japón debería repensar su modelo de sociedad para que los padres trabajen menos tiempo y puedan regresar más temprano a casa para cuidar a sus hijos.
Felizmente, no todas son noticias sombrías. En Kioto ha mejorado la situación. Tiene un profesor por cada 25 niños, mejorando la tasa fijada por el gobierno (uno por 30). Gracias a una subvención especial del gobierno local, los profesores ganan más: sus ingresos anuales (4,26 millones de yenes o 34.100 dólares) superan en 1,1 millones de yenes (8.800 dólares) la media nacional.
El aumento salarial ha atraído profesores a la ciudad. En un año su número ha aumentado en 1.112. Por segundo año consecutivo, Kioto no tiene niños en listas de espera.
Además, los profesores trabajan con más gusto.
«Tenemos la libertad y la paz mental para hacer un buen trabajo y realmente centrarnos en los niños. Enseñarles es una alegría”, le dice una profesora de 40 años a Yomiuri.
Es un círculo virtuoso. Tal como explica un funcionario del gobierno local: «Crear un buen ambiente de trabajo se traduce en asegurar personal capacitado”. (International Press)
