Mujeres embarazadas son maltratadas por sus empleadores en Japón

Sayaka Osakabe (foto Matahara Net)

 

Promoción del empleo femenino impulsada por Abe enfrenta barreras culturales


Sayaka Osakabe (foto Matahara Net)
Sayaka Osakabe (foto Matahara Net)

El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, ha expresado varias veces su intención de empoderar a la mujer. Además, ha subrayado que la promoción del empleo femenino es un elemento clave de su estrategia de crecimiento económico.

Sin embargo, pese a que las leyes y las políticas públicas pueden favorecer la igualdad de género, más difícil es luchar contra los prejuicios o mentes obtusas, como la del exjefe de Sayaka Osakabe.


La agencia Reuters cuenta su caso.

Cuando la mujer de 37 años retornó a su trabajo tras sufrir por segunda vez un aborto involuntario, el hombre le preguntó si estaba teniendo nuevamente relaciones sexuales.

«Mi jefe me preguntó si estaba menstruando nuevamente y si mi esposo y yo habíamos empezado otra vez a ‘hacer un bebé’», recuerda.


No fue la primera vez.

Tras sufrir su primer aborto involuntario, Osakabe le pidió a su superior una reducción de su carga de trabajo. ¿Qué le respondió el hombre? Que posponga un nuevo embarazo por dos o tres años y se centre en el trabajo.


La mujer se embarazó por segunda vez y descansaba en cama cuando un día su jefe la visitó para pedirle que renuncie. Por temor a quedarse sin empleo, Osakabe volvió al trabajo y sufrió su segundo aborto.

La mujer renunció después y llevó su caso a un tribunal, donde consiguió un acuerdo.

Desde entonces, a través del grupo Matahara Net, Osakabe se ha convertido en vocera de las mujeres embarazadas y jóvenes madres japonesas que son maltratadas o acosadas en el trabajo.

Su caso ha coincidido con otro en la Corte Suprema, que involucra a una mujer que fue degradada por su exempleador por embarazarse. La víctima, que prefiere permanecer en el anonimato por temor a represalias y evitar problemas en su nuevo trabajo, exige una indemnización de alrededor de 1,7 millones de yenes (15.500 dólares).

La mujer es fisioterapeuta y fue degradada en su anterior empleo tras solicitar tareas físicamente menos exigente durante su segundo embarazo.

En 2010, el 46 % de las mujeres en Japón se mantuvo en su empleo tras dar a luz a su primer hijo. En 2001, la tasa fue de 32 %. Esto indica que cada vez más mujeres siguen trabajando tras ser madres.

Sin embargo, en el año fiscal 2013, el gobierno de Japón recibió 2.085 quejas sobre acoso y discriminación relacionadas con embarazo o parto, 18 % más que seis años atrás.

Por ley, las mujeres tienen 14 meses de licencia por maternidad y el derecho a realizar trabajos con leve exigencia física durante el embarazo.

Sin embargo, la realidad no es otra, como lo demuestran los casos de Osakabe y la fisioterapeuta. Muchas mujeres temen que sus contratos laborales no sean renovados si toman la licencia por maternidad.

Con respecto al objetivo del gobierno japonés que busca que el 30 % de los puestos de liderazgo en el aparato público y empresas sea ocupado por mujeres para 2020, Osakabe le dice a Reuters: «Más que centrarse en una pequeña parte de las mujeres de elite que son altas directivas, me gustaría que comenzaran a enfrentar los problemas que afectan a las mujeres como nosotras que estamos en la parte inferior».

Promover el empleo femenino es fundamental para revitalizar una economía como la japonesa, afectada por la disminución y el envejecimiento de su fuerza laboral. (ipcdigital)

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